Mi vida está llena de estas pequeñas cosas...

Una puesta de sol, una incipiente flor, mis mascotas, y sobre todo la suerte de estar receptiva para disfrutar de todo.

miércoles, 20 de enero de 2010

Acabo de leer por esos interneses de dios...

La opinión de un chico que trabaja y vive en Menorca desde hace 4 años...dice que está aburrído, que cuando llega el otoño no hace nada (en su tiempo de ocio) que los menorquines son gente casera, rara  y aburrida y que no hay oferta cultural en la isla, y bla, bla, bla.

Yo me pregunto en que Menorca vivo yo o en que Menorca vive el porque, no me cuadra semejante comentario. Si bien es cierto que aquí la vida es mucho mas sencilla y contemplativa que en cualquier otra ciudad española medio grande, habría que valorar otro tipo de emociones fuertes como, ir en bici, mirar las estrellas hasta fundinte en la mismísima Via Lactea, charlar sentados al  tibio sol otoñal con los amigos y un larguísimo etc. que no me cabrían en una página. Eso son sensaciones fuertes amigo!!!

En fines...no esta hecha la miel para la boca del cerdo. 

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